de "Sexo en Nueva York"
quizás por eso emulaba a su protagonista:
Sarah Jessica Parker
tanto en su físico:
anoréxica con cabello rubio de bote
como en sus hábitos:
cliente asidua de Zara y Mango
y lectora compulsiva de literatura Sex & Shopping
decían que cuando era joven las pasó putas
trabajando como dependienta de tiendas de ropa
y que por ello se casó con un amigo suyo de la infancia
un tipo clavado a Boris Karloff
torpe en el amor
pero sagaz en los negocios
decían que no tenía hijos
porque ahora que por fin tenía dinero
solo le interesaba mimarse a sí misma
quizás por ello hablaba como una cría
y también se comportaba como tal
su nombre era María Luisa
pero prefería que la llamen Maui
quizás para aparentar menos edad de la que tenía
(rondaba los cuarenta)
y era la mujer de uno de los muchos jefes que tuve
en mi accidentada vida laboral
no me cuentes cosas tristes
solía decirme
y yo le hacía reír
dejando de lado mis numerosos problemas
y es que
a pesar de no tener nada en común con ella
no me caía mal
quizás por eso pasaba por alto
las sandeces que decía:
¡qué envidia! cuánto trabajo había en Estados Unidos
me dijo después de leer Factotum de Charles Bukowski
novela que le regalé por su cumpleaños
me encantan los uniformes de los soldados americanos
¿sabes dónde pueden venderlos?
me dijo cuando Estados Unidos invadió Irak en 2003
una amiga me ha dicho que los peruanos
son la mejor raza de Latinoamérica
que son los más buenos y trabajadores
me dijo después que su marido despidió
a mi compañero de trabajo español
con el cual no se llevaban bien
sin embargo
al poco tiempo
mi relación laboral con Boris Karloff
terminó de forma estrepitosa
la última vez que vi a Maui
fue el día en que su marido me echó
porque me negué a realizar mi trabajo
y el de mi compañero (recién despedido)
sin aumento de salario
o sea
dos curros por el precio de uno
mientras le explicaba a mi jefe
porqué me negaba a trabajar
sucedió algo inesperado
Maui
la dulce y alegre Maui
explotó
insultándome
chillando
pataleando
y poniéndose delante de su marido
como un guardaespaldas nervioso
en frente del asesino de su protegido
tan exagerada fue la reacción de su mujer
que mi jefe tuvo que calmarla
apartándola de mí
porque seguro me mordía
tardé un tiempo en darme cuenta
por qué Maui reaccionó con tal virulencia
creo que finalmente reconoció en mí
una fisura en el espejo de Mango
un chiste que no hacía gracia
una grieta en la pared
de ese Shopping Center que era su vida
al exponer mi problemática laboral
dejé de ser una evasión
para convertirme
en la porción de una triste realidad
aquella de la cual Maui escapó
y a la que nunca quería regresar
solo lamento que ahora
haya cambiado su opinión acerca de los peruanos
y es que Maui
dulce y alegre Maui
has de saber
que yo no era 100% pedigree
